Entre otras cosas, el 2020 enfrentó al mundo corporativo y sus líderes a una nueva (quizás para muchos) modalidad
de trabajo. El teletrabajo o trabajo remoto está más presente que nunca y llegó para quedarse. Junto con la nueva normalidad y los constantes cambios causados por la COVID-19, el trabajo a distancia seguirá siendo una tendencia creciente en 2021.
Uno de los principales retos que representa este esquema de trabajo es sin duda, el liderazgo de equipos remotos.
La flexibilidad, adaptabilidad, empatía y confianza son temas clave para la gestión exitosa de equipos a distancia.
Mientras retomamos las reuniones presenciales en la oficina o en el café; las herramientas digitales, softwares
colaborativos, fortalecer una cultura de comunicación, retroalimentación y autogestión, serán elementos que le
ayudarán a generar un impacto diferente y positivo para llevar su liderazgo virtual al siguiente nivel.
En este artículo le compartimos 5 claves para lograr un liderazgo virtual exitoso.
1. Expectativas y objetivos claros
Ante esta nueva realidad, la incertidumbre, las dudas e inquietudes entre los equipos, resulta más frecuente que nunca. Por ello, es importante establecer claramente las expectativas y los roles de cada miembro del equipo; así como definir objetivos y evaluar constantemente su progreso.
Revisar los propósitos individuales y del equipo permitirán al colaborador contar con un panorama más claro de sus actividades. Además, les proporcionará un sentido de pertenencia y compromiso
2. Herramientas de gestión y colaboración
En un mundo cada vez más digital, las herramientas y softwares colaborativos son una estupenda alternativa para gestionar tareas y proyectos de nuestros equipos. Además, las videollamadas, salas de chat, redes sociales internas
y el acceso a dispositivos móviles nos permiten romper la barrera de la distancia para acercarnos de forma virtual a
nuestros colaboradores.
Sin embargo, la colaboración entre compañeros de equipos, así como la colaboración eficiente con otros equipos, va más allá de las herramientas o dispositivos con los cuales contemos. Como líder virtual deberá estar al pendiente de las tareas de cada miembro del equipo, mantenerse atento al progreso de los proyectos, asegurarse que la comunicación fluya de forma efectiva, pero sobre todo ser un comunicador asertivo.
3. Aprendizaje individual y en equipo
El liderar equipos de forma virtual presentará retos y errores diferentes a lo que sucedería en un ambiente presencial. Abrace esta nueva realidad y aprenda de ella. La mejor manera de impulsar a sus equipos es confiando en sus habilidades y empoderándolos. Fomente el aprendizaje y desarrollo de su equipo para incrementar su productividad. Motívelos a asumir nuevas responsabilidades, bríndeles autonomía y las habilidades para autogestionarse, sin perder de vista el cumplimiento de resultados. Como exploramos en el primer punto, la evaluación constante también es clave.
4. Flexibilidad, confianza y empatía
El líder del siglo XXI tiene claro que la clave del éxito está en sus colaboradores y sabe que para lograrlo debe enfocarse en el desarrollo integral de los mismos. Especialmente, frente al panorama actual en el que vivimos, la empatía es una habilidad esencial del liderazgo virtual.
estos momentos, la situación y realidad de cada colaborador es particular. Comprenderla y respetarla forma parte de las expectativas del líder actual; además de mantener la flexibilidad ante las capacidades, horarios y circunstancias de cada miembro del equipo.
5. Comunicación y retroalimentación
Finalmente, pero no por ello menos importante, la llave maestra de todo es la comunicación. Conozca a su equipo y establezca una comunicación clara, abierta y honesta con ellos. Ofrezca una escucha activa que le permita conocer las
necesidades, inquietudes o conflictos de sus colegas para encauzarlas de forma constructiva y mantener la motivación y compromiso de sus colaboradores.
Aliente a sus equipos a establecer límites y condiciones saludables de trabajo. El derecho a la desconexión, espacios de recreación, momentos de relajación y horarios de trabajo definidos son cruciales para asegurar el bienestar físico y mental de sus equipos. ¡Lidere con el ejemplo!
