Por Héctor Ortiz
Bariloche, -formalmente San Carlos de Bariloche-, se encuentra a lo largo de la costa del Lago Nahuel Huapi, en medio del parque nacional del mismo nombre y ubicada en la provincia de Río Negro, Argentina, tiene uno de los escenarios más hermosos imaginables. Esto, combinado con una gran cantidad de actividades de verano e invierno en el campo circundante, ha ayudado a convertirse en el principal destino de la Alta Patagonia.
Los picos de cerros, Otto, López, Ñireco por Campanario y Catedral, para nombrar sólo algunos y todos ellos con más de 2,000m de altura, forman un anillo alrededor de la ciudad, brindando imágenes de postal en casi todas las direcciones.
Estas montañas no son sólo para mirar, ya que tienen una excelente cobertura de nieve (a veces más de 2m al final de la temporada) y hacen de este país una maravilla de invierno y un imán para los esquiadores y snowboarders.
En verano, los aficionados a la naturaleza recorren las colinas, suben, caminan senderos, pescan truchas, montan bicicletas de montaña y caballos.
Hay tanta diversión en Bariloche que se ha convertido en el destino para las celebraciones de fin de año de los estudiantes de secundaria argentinos. Y si todo esto no fuera suficiente, Bariloche es también la capital del chocolate de Argentina; es un escaparate donde encontraremos gnomos peculiares de todos los tamaños y estilos vendidos en casi todas las tiendas del centro.
Fundada oficialmente en 1902, la ciudad realmente comenzó a atraer visitantes después de que la rama meridional de la línea ferroviaria Ferrocarril Roca llegó en 1934 y el arquitecto Ezequiel Bustillo adaptó los estilos de Europa central a un plan urbano de buen gusto. Bariloche es ahora conocida por su arquitectura alpina, que da un giro patagónico a través del uso de maderas duras locales y la construcción de piedra única, como se ve en los edificios del centro cívico de Bustillo.
La Calle Mitre es la principal arteria de Bariloche, y como tal es donde se agrupa la mayoría de los comercios más importantes de la ciudad. Esto convierte a Mitre en uno de los mejores paseos de compras, además de concentrar un sinnúmero de restaurantes, tiendas de artesanías y confiterías.
La Catedral católica, cuyo nombre completo es Nuestra Señora del Nahuel Huapi, es el templo de la religión católica más importante de la ciudad, localizado en la zona céntrica, a 500 metros del Centro Cívico. Proyectada por Alejandro Bustillo, se construyó durante la década de 1940, en un estilo neogótico con forma de cruz latina. Uno de los aspectos más relevantes de la Catedral son sus ventanales en vitraux, en los que se representan tanto temas cristianos como aborígenes. La Catedral de Bariloche es un paseo imperdible para los fanáticos de la arquitectura de estilo europeo que visitan esta ciudad.
La otra cara de la popularidad de Bariloche es el crecimiento incontrolado, ya que en las dos últimas décadas la ciudad ha sufrido mucho, sus barrios pintorescos han dado paso a apartamentos de gran altura y tiempo compartido. Pero no todo es malo, lo mejor es que muchos alojamientos han permanecido a un precio razonable.
¿Cómo llegar a Bariloche?
Vía aérea: Ubicado a tan sólo 14 kilómetros de la ciudad, se encuentra el Aeropuerto Internacional Bariloche, quien es el encargado de recibir a todos los pasajeros que acceden en avión. A él arriban diariamente vuelos provenientes desde Chile, y desde ciudades como Buenos Aires, Ushuaia y El Calafate, entre otras.
Vía terrestre: Muy recomendable es el Cruce de Lagos Andino, admirando increíbles paisajes en la Región de Los Lagos y Volcanes a través de la Cordillera de Los Andes durante 2 días. Une a Chile y Argentina en una ruta que hace más de 400 años los indios Huilliches utilizaran como ruta comercial y que luego los sacerdotes Jesuitas utilizaran para fundar las misiones que realizaran en la región del Nahuel Huapi. El recorrido comienza en Puerto Varas, pasando por Peulla donde se pernocta, Puerto Frías, Puerto Blest, Puerto Pañuelos hasta Bariloche o viceversa.