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© cortesía ritz carlton beijing
El hotel es el preferido entre las celebridades y VIPs por
su atención, gastronomía, decoración y las amenidades que se combinan con el buen gusto
con las puertas de cristal, los grandes espejos y el irresistible lujo de una tina con todo lo necesario para una total relajación.
“Nuestro lounge está reservado para quienes se hospedan en los pisos ejecutivos. Es muy apreciado por los viajeros de negocios. Se trata de un salón con mesas y cómodos sillones en uno de los pisos más altos. En él tenemos cuatro servicios de alimentos durante el día, atención perso- nalizada, centro de negocios, bebidas ilimitadas cada noche, incluyendo champaña, y la privacidad de un espacio dedicado a nuestros huéspedes más conocedores”, explica Christopher Chung. A tu llegada, los an trio- nes te hacen sentir como en casa –te llaman por tu nombre–, al tiempo que te sirven tu bebida de preferencia. Después te dejarán disfrutar los alimentos mientras trabajas o simplemente te relajas, pero permanece- rán atentos al momento en que hayas terminado tu bebida para ofrecer- te algo más. “Este trato especial, la atención y el cuidado que les brinda- mos, es lo que nuestros huéspedes aprecian más”, explica Chung.
Para quienes se interesen por aventurarse más allá del piso ejecutivo, el hotel ofrece tres restaurantes y un bar. El Aroma, localizado en el lobby, es la opción para cualquier hora del día, pues tiene servicio desde las 6:30 hasta las 22:30 horas. En un ambiente elegante y relajado, ofrece comida internacional, con platillos chinos, japoneses y occidentales. El restaurante Barolo, como su nombre lo indica, se especializa en comida italiana clásica, servida en un ambiente apacible y elegante. En honor al jade, la piedra nacional china, el restaurante Yu (jade en chino) se distingue por su so sticación mezclada con la tradición más auténtica de la gastronomía local. Para vivir una experiencia auténtica, reserva
© cortesía ritz carlton beijing
© cortesía ritz carlton beijing
uno de sus siete salones privados para cenar en grupo y vivir una de las importantes tradiciones chinas alrededor de la comida. Y en el segundo piso está el Ritz-Carlton Bar, el favorito entre los locales, en donde se puede disfrutar de una gran variedad de cocteles y puros, a la usanza tradicional inglesa del gentleman’s club.
Todo esto se ve coronado con un acceso fácil y práctico a los maravillo- sos sitios culturales e históricos que ofrece Beijing. “Para mí, lo que más vende a un hotel –al igual que sus servicios– es su ubicación”, explica Chung. Nosotros tenemos el privilegio de ubicarnos en una de las ciu- dades más fascinantes de China, con una cultura, historia y tradición como pocas en todo el mundo”. La Ciudad Prohibida está a 10 km y el Templo del Cielo a 11 km. Para quienes deseen adentrarse en el Beijing actual y cosmopolita, es obligada una visita al complejo Houhai, con bares y restaurantes para todos los gustos. •
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