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© cortesía marriott city wall beijing
puesto con más de 30 años de experiencia en la hotelería. En 1986 dejó Europa para trabajar en un hotel en Hong Kong, y desde entonces ha permanecido en diversas ciudades de Asia: “Desde que llegué, me di cuenta de que este continente estaba moviéndose muy rápidamente. Me sentí viajando en un tren bala en términos de las oportunidades que se fueron abriendo a mi paso, y ya no me pude bajar, de lo cual me alegro mucho”.
No fueron solo las oportunidades profesionales lo que lo sigue reteniendo en esta región, sino la cultura de trabajo y la apertura con la que se llevan a cabo las decisiones ejecutivas. “El ambiente en el mercado aquí suele cambiar repentinamente, de manera que tienes que estar dispuesto a adaptarte y a tomar decisiones de forma rápida”, explica el Gerente General.
Con una importante reputación en la industria, Albar llegó al Marriott City Wall en medio de un ambiente difícil. El hotel fue inaugurado unos meses antes de los juegos olímpicos y tenía más de mil habitaciones para dar cabida a la cantidad de visitantes que llegaron a la ciudad en ese entonces. Una vez que pasaron los juegos, se empezó a sentir demasiado grande y tuvo que adaptarse a las nuevas necesidades del mercado. Actualmente, tiene 649 habitaciones –el resto del espacio se acondicionó para o cinas comerciales–, pero mantiene la amplitud original de sus áreas comunes, de manera que sigue siendo un hotel magno, pero con espacio su ciente para nunca sentirse saturado.
Las instalaciones para eventos y convenciones son de las de mayor capacidad de la ciudad. Tienen más de 4,000 m2, divididos entre el primero y segundo piso con tres salones grandes y 22 más pequeños. Todos están equipados con la tecnología necesaria para hacer proyecciones, tener traducción simultánea y responder a cualquier necesidad de los clientes corporativos.
Para Albar, el nivel de acercamiento con los clientes de eventos debe ser tan intenso como si se tratara de un evento propio. “Por ejemplo, tenemos la costumbre de revisar las agendas de todos los eventos para asegurarnos de que no haya ningún contratiempo. Esto le da mucha seguridad a nuestros clientes. Para mí es muy importante estar involucrado en el servicio de los eventos. Creo que el hecho de que el gerente general participe de primera mano en el servicio que ofrecemos, es una garantía muy importante”, comenta.
Además, el departamento de organización de eventos ofrece sus servicios en ubicaciones únicas, como la Mansión del Príncipe Gong,
© cortesía marriott city wall beijing
El ambiente en el mercado cambia repentinamente, de manera que hay que estar dispuesto a adaptarse y a tomar decisiones de forma rápida
conocida como una de las construcciones tradicionales chinas más bellas que data de la época de la dinastía Manchú. El lugar re eja algunos de los aspectos arquitectónicos más especiales en la ciudad, lo que puede lograr un ambiente único en un evento corporativo. En ella, es posible presenciar esceni caciones de la ópera de Pekín, por ejemplo, una de las tradiciones más importantes de la capital.
Todo esto debe estar complementado con la atención del personal. “Nuestra losofía de servicio se enfoca en responder a todas las necesidades de nuestros clientes, sabiendo siempre que podemos hacer las cosas de una mejor manera. Siempre les digo a mis asociados que debemos recordar que aun cuando hacemos las cosas bien, podemos hacerlas mejor. Nuestro objetivo de negocio está estipulado año con año, pero yo siempre les presento un objetivo aún más alto para que no perdamos el hambre y la motivación de ser siempre mejores”, explica el entrevistado.
Este mensaje optimista es contagioso y puede verse cómo el personal vive la losofía y está siempre buscando hacer la estancia más placentera y productiva para el huésped. El señor Albar ha obtenido muy buenos resultados, pero sabe que eso no signi ca bajar la guardia, al contrario. Tan sólo la cadena Marriott tiene planeado abrir en China un hotel nuevo cada mes de aquí a tres años, y para lograr el éxito en este emprendimiento, es fundamental crear colaboradores preparados que materialicen este potencial. •
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