Volar a través de varias zonas horarias confunde al cuerpo, lo que puede causar insomnio, falta de concentración y hasta problemas digestivos. El jet lag, también conocido como descompensación horaria, disritmia circadiana o síndrome de los husos horarios, es un desequilibrio producido entre el reloj interno de una persona (que marca los periodos de sueño y vigilia) y el nuevo horario que se establece al viajar a largas distancias, a través de varias regiones horarias.
Aunque no es posible evitar por completo el desfase horario (jet lag), hay varias cosas que podemos hacer para reducir las incomodidades.
1. Ajuste su reloj interno. Varios días antes de la partida, comience a modificar sus horarios de comida y sueño de a una hora por día, hasta que coincidan con los de su destino. Pero tenga esto en cuenta: Si su viaje dura un máximo de 48 horas, mantenga la banda horaria del lugar donde vive, aunque esté fuera. Esto le ayudará a reducir el jet lag cuando regrese.
2. Duerma en el horario correcto. Tan pronto como comience su vuelo ajuste su reloj a la zona horaria de su destino. Luego duerma solamente cuando sea de noche allí.
3. Hidrátese. Las cabinas secas de los aviones pueden causar deshidratación, lo que empeora los efectos de la fatiga relacionada con el jet lag. Beba agua durante su vuelo. Evite el alcohol y el café; también éstos pueden causar deshidratación durante los vuelos. Además, la altitud elevada puede acelerar los efectos del alcohol y empeorar el jet lag.
4. Tenga cuidado con las pastillas para dormir. Tomar pastillas para dormir puede hacer que se sienta adormecido al aterrizar. Mejor, intente dormir mientras está en el aire con la ayuda de una taza de té de manzanilla.
5. Permanezca al aire libre. Después de llegar, intente mantenerse despierto hasta que sea hora de dormir en su nueva zona horaria. Pase todo el tiempo que pueda al aire libre. La exposición al aire libre y a la luz solar pueden ayudar a que su cerebro se ajuste a la nueva zona horaria.
6. Ejercítese. Dé una caminata vigorosa o haga algunos ejercicios de estiramiento. Cualquier esfuerzo le ayudará a mantener la sangre en circulación y a aliviar los dolores musculares después de sentarse en un avión durante un tiempo prolongado.
7. Consuma comidas ligeras. Su cuerpo reaccionará al cambio en su rutina de alimentación. Las comidas pesadas dificultan el ajuste de su cuerpo. Las comidas ligeras pueden ayudarle a evitar síntomas como la indigestión, la constipación y la diarrea.
Seguir estos consejos puede ayudarle a evitar los peores efectos del jet lag, asegurando que tenga un viaje
más productivo y agradable.•