Joya de las Antillas
Por Cristina Cantú
Cuba es una isla nación con riqueza histórica, cultural, belleza y recursos naturales. Su geografía variada incluye valles, montañas, metrópolis urbanas, pintorescas ciudades coloniales, y playas de arenas blancas con el mar caribe y su característico azul turquesa de fondo.
La Habana, capital de Cuba desde el siglo XVI, es el destino cultural por excelencia de esta isla, y una de las ciudades más bonitas del mundo. Ernest Hemmingway decía que a esta ciudad solo la superaban en belleza, Venecia y París. Su pasado colonial queda evidenciado en la variedad de impresionantes catedrales, fortificaciones, castillos, mansiones y museos.
El vecindario histórico de La Habana Vieja está designado como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, con más de 900 monumentos históricos, incluyendo el Palacio Presidencial y la Plaza de la Catedral. Esta sección de la ciudad es el máximo exponente de la arquitectura colonial en la isla y en el Caribe. Algunos de los edificios coloniales, fortalezas y monumentos históricos más bellos de la época, así como varios de los más famosos hoteles y restaurantes se encuentran aquí. Por ejemplo, la Plaza de la Catedral, es el conjunto arquitectónico más armonioso de la colonia, y uno de los mejores conservados de América Latina. Las construcciones que se encuentran aquí comenzaron a edificarse en el siglo XVII. A esta plaza la enmarcan la Catedral de la Habana, el Museo de Arte Colonial y el restaurante El Patio.
Vale la pena caminar por el Boulevard de La Calle Obispo, una de las primeras calles con las que contó la ciudad, y una de sus vías principales a lo largo de los años. Hoy esta calle está totalmente restaurada y muestra gran animación. Para un cambio de ambiente, se puede seguir por el Paseo del Malecón, el sitio más cosmopolita de la ciudad, lugar de reunión de locales. Este paseo bordea prácticamente todo el norte de La Habana, desde el Paseo del Prado hasta la desembocadura del río Almendares.
La cocina cubana se caracteriza por ser una agradable fusión de tres vertientes: la española, la africana y la caribeña. Para degustar la tradicional comida cubana, no hay mejor lugar que en los paladares. Estos son restaurantes privados, dirigidos por emprendedores cubanos. Los paladares están por todas partes y en todos los barrios de la ciudad. Hay de distinta calidad, categoría y precio, para todos los gustos.
Doña Eutimia es uno de los paladares preferidos por los turistas, se encuentra a unos pasos de la Plaza de la Catedral, y es un lugar encantador así como su dueña, quien rescató antiguas recetas familiares. Maneja una cocina muy tradicionalista, como tamales, ropa vieja (carne deshebrada en salsa de tomate), puerco, arroz y frijoles. Este paladar se encuentra en Callejón del Chorro No 60c, Plaza de la Catedral.
San Cristóbal es otro paladar reconocido, con ambientación ecléctica y atestada de objetos, y ubicado en el último piso de una mansión de principios del siglo XX. La comida es Cubana- Criolla: malanga, yucca, cerdo asado, langosta, pescado fresco, camarones y otros tradicionales platillos. La carta de vinos es variada y a precios razonables. Se encuentra en Calle San Rafael No 469, entre Lealtad y Campanario, Habana central.
Si en sus vacaciones a Cuba también quiere combinarlas con playa, Varadero es el destino ideal. Ésta es la playa más famosa de Cuba y el principal destino turístico de sol y playa. La vegetación, el clima cálido, las transparentes aguas de su mar y las arenas finas y blancas, hacen de Varadero un destino inolvidable e irrepetible.
En este punto paradisíaco se combinan los atractivos de la naturaleza con el confort de la vida moderna. Las mayores infraestructuras turísticas se encuentran aquí: cadenas hoteleras globales, restaurantes, puertos náuticos, campos de golf, todo un conjunto de opciones que satisfacen todos los gustos.
Cerca de Varadero se encuentra la ciudad de Matanzas, capital provincial que tuvo una alta inmigración francesa a finales del siglo XVIII, que la convirtió en una ciudad rica y culta, la más próspera del interior del país. Por aquí desfilaron varias figuras célebres, incluyendo a un futuro Rey de Francia.
Al sur de Matanzas se localiza la Península de Zapata, uno de los ecosistemas más importantes de Cuba, y la mayor reserva de humedales del Caribe insular. Hay una gran variedad de flora y fauna.
Las relaciones entre Estados Unidos y Cuba se han ido relajando en los últimos años y ahora es posible que los ciudadanos americanos puedan viajar a este país. Por lo mismo, cada vez más líneas aéreas cuentan con rutas directas a La Habana y Varadero, y recientemente se anunció que el gobierno cubano ya aceptará el uso del dólar americano.
Esto por consecuencia traería una mayor derrama económica al turismo y sin duda se convertirá en uno de los destinos más populares del mundo para vacacionar.
Lo que debe saber antes de ir a Cuba
Para llegar a Cuba, todos los turistas deben portar un pasaporte válido y una tarjeta de turista (disponible en las oficinas del aeropuerto), que incluya la dirección donde se encontrará durante sus vacaciones en Cuba. No hay que perder esta tarjeta ya que se necesitará a su salida.
La mayoría de las tarjetas de crédito son aceptadas, con excepción de aquellas de bancos estadounidenses o subsidiarios cono Banamex. Pero será difícil utilizarlas en las tiendas pequeñas, por lo que sugerimos llevar efectivo. Para comprar y pagar en Cuba, los visitantes deberán cambiar su moneda por el Peso Cubano Convertible, a excepción de Varadero y algunos otros resorts de playa donde se puede pagar con euros.
Para asistir a lugares como teatros, salas de concierto, cabarets y restaurantes de lujo se requiere vestuario formal.
Cuba tiene una hora adelantada con relación al centro de México.
Al salir de Cuba, asegúrese de guardar $25 CUC (pesos cubano convertible) en efectivo para pagar el impuesto de salida en el aeropuerto. Los visitantes que salgan de Cuba pueden llevarse 23 habanos y 1.14 litros de licor (dos botellas de 750 ml). Para exportar otros objetos, como arte y antigüedades, debe obtener un permiso del Registro Nacional de Bienes Culturales. La mayoría de vendedores legítimos cuentan con dichos permisos y pueden ponerle un sello oficial a su factura.•
