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Split es una ciudad que guarda en su centro vestigios de muchas épocas y, al lado de lo moderno, crean un contraste único e impresionante
Delante de las labradas puertas de madera de la catedral se constru- yó en el siglo XII el emblemático y hoy muy fotogra ado campanario dedicado a San Duje, con un estilo románico-gótico. Lo que fue el Pe- ristilo se convirtió en la plaza de la ciudad, el templo de Júpiter es el baptisterio. Split se expandió fuera de las murallas del palacio y aho- ra es una gran ciudad que guarda en su centro fragmentos de muchas épocas, vestigios griegos, romanos, egipcios, medievales que, al lado de lo moderno, conviven unos al lado de otros creando un contraste único e impresionante.
Piedra
Al caminar entre las bien preservadas ruinas del palacio y las estrechas calles romanas de piedra blanca, pensaba en el brillo del adoquín, cau- sado por más de dos mil años de innumerables pasos. Entre más pene- traba en los pasadizos de piedra, fui apreciando el repentino surgir de viviendas con ropa tendida en las ventanas; los hoteles, museos, bouti- ques, galerías, cafés, heladerías y restaurantes.
Las entrañas de la ciudad antigua están llenas de vida, durante el día con paseantes y turistas que quieren capturar en fotografías la belle- za arquitectónica, y por la noche con el animado rumor que emana
© carlo ricarte
de las callejuelas que esconden bares (donde algunos sótanos aún mantienen los muros erigidos por los romanos) y tabernas ilumina- dos a la luz de las velas.
Uno de los puntos más animados de la ciudad, donde se desenvuelve la vida cotidiana de Split, es en la zona del Peristilo, donde antaño se ex- presaba la devoción por Diocleciano, y hoy se reúnen eles que visitan la catedral y los turistas que acuden a las representaciones de obras de teatro, ópera y conciertos de todo tipo de música, incluyendo las muy tradicionales klapas, que son conjuntos corales de hombres que hacen resonar la piedra con sus tonos graves.
Mar
El mar es un elemento esencial y siempre presente en Split. Después de andar entre las piedras antiguas de la ciudad, me encontré con las rocas milenarias del volcán dormido Marjan, donde el bosque coexiste con
Más allá de las murallas
de la ciudad antigua, el espíritu del mediterráneo seduce todos los sentidos
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